Todos los estudios de marketing y comportamiento indican que las recomendaciones son un factor crítico en la toma de decisión del consumidor a la hora de realizar una compra. Tradicionalmente estas recomendaciones venían del círculo cercano, familiares y amigos, pero las apariciones de los medios de comunicación masivos hicieron que las marcas se fijarán en personajes de referencia, como presentadores de televisión o actores famosos, para trasmitir las bondades de sus productos y promocionarlos.
En la última década, con la aparición de las redes sociales, se ha desatado el fenómeno de los “influencers”: personas altamente activas que generan contenido de calidad en las redes posicionándose como líderes de opinión en uno o varios campos.
Estas personas pueden despertar el interés por un producto en miles de personas con una breve mención en sus redes sociales. Desgraciadamente a medida que este fenómeno ha llamado la atención de grandes marcas y agencias de publicidad, se ha ido profesionalizando y pervirtiendo: en la actualidad multitud de cuentas está adulteradas con miles de seguidores y “likes” falsos.
Ahora hay una gran cantidad de personas que aspira a tener muchos seguidores para obtener productos gratis o incluso ser pagado por promocionar un producto.
Esto se ha generalizado e Internet está plagado de opiniones falsas en muchos casos o bien promocionadas y pagadas con lo cual es difícil no dudar de la autenticidad de las mismas. Y esta epidemia no afecta únicamente al mundo de los Instagramers y Youtubers, también se produce en las reseñas que aparecen en las páginas web de comercios on-line como Amazon o AppleStore.
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